domingo, 5 de diciembre de 2010

Informacion Central

En medio de un deterioro medioambiental, preocupaciones por crisis económica y futuro incierto debido a guerras y tensiones políticas, el ser humano desarrolla la inteligencia artificial y patentiza incluso preocupaciones por si algún día las máquinas se adueñan del poder.

Las máquinas son indispensables cada día más para el ser humano. Ya el caso es tan extremo, que muchos jóvenes europeos y estadounidenses deben pasar jornadas completas desintoxicándose de su permanencia frente a los ordenadores o entretenidos con video juegos. Por si fuera poco, cada día los escritores de ciencia ficción hacen toda una filosofía de dichos problemas, y algunos de sus personajes protagónicos añoran un lugar donde estén en contacto con la naturaleza sin mediar teléfonos móviles, computadoras u otros artilugios.

El escritor español Jordi Sierra I Fabra pone sobre el tapete su trilogía de novelas de ciencia ficción ("En un lugar llamado Tierra", "Regreso a un lugar llamado Tierra" y "El testamento de un lugar llamado Tierra"), para hacer dudar sobre el futuro.

Las máquinas se apoderan de la incompetencia del terrícola, pero resulta que ese ser humano capaz de dejar espacio a sus creaciones, llega en un momento a rebelarse e intentar volver a los orígenes, vivir en cuevas, desdeñar sus artilugios, luchar por la vida y sus emociones.

Sin embargo, no es solo este narrador el preocupado por tales procesos; directores de cine conjugan los exámenes de los científicos y pretenden predecir el futuro, como si ello fuera posible.

Para otros, el robot, la máquina, está aun más cerca; es el propio ser humano con su complejo mecanismo, con sus opiniones acertadas unas veces y erróneas muchas, que ocupa el lugar ideal de los artefactos. Entonces ¿acaso nosotros mismos somos robot?

Si acudimos a los conceptos más difundidos sobre robot, como los empleados en la enciclopedia electrónica Wikipedia, podemos comprender que estamos en presencia de una entidad virtual o mecánica artificial.
Hablamos de un sistema electromecánico que por su apariencia o sus movimientos genera el propósito propio, o intenta simular gestiones del ser humano.

La palabra en sí, Robot, hace referencia a mecanismos físicos y a sistemas virtuales de programación, aunque propiamente refiere sistemas virtuales de software como "bots"

Aunque hay diversas opiniones, muchos expertos coinciden en que se trata de máquinas capaces de moverse, operar un brazo mecánico, sentir y manipular su entorno y mostrar un comportamiento inteligente.
De ahí la preocupación de los escritores, cuando algunos como el español Sierra I Fabra reflejan, además de la cantidad de años de duración de sus máquinas, el deseo de sentir como los seres humanos, sus creadores.

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